ALAI AMLATINA, 06/04/2010.- En medio del renovado acoso a Cuba, el ex
candidato presidencial estadounidense y actual senador demócrata John
Kerry hizo una contribución importante para llegar al mejor
entendimiento de la nueva ofensiva contra el gobierno cubano, que se
pretende tenga contornos universales. Desde luego no era esa la
intención de Kerry cuando en su calidad de jefe del Comité de Relaciones
Exteriores del Senado de su país interpuso un veto a la subvención a la
llamada disidencia cubana.
Se trataba de una partida presupuestaria de 40 millones de dólares al
año que el senador estimó debía revisarse porque podría haber
irregularidades en el destino de dichos fondos. Pero las posibles
irregularidades no son lo más importante, lo que queda claramente
expuesto es que el gobierno de los Estados Unidos oficialmente financia
actividades destinadas a desestabilizar al gobierno de un país soberano.
Y aunque esto no sea nuevo, es un elemento violatorio del orden
internacional que muestra la otra faceta de la actual ofensiva contra el
gobierno cubano y que merecería una investigación a fondo encabezada por
personalidades latinoamericanas cuya historia personal se funda con la
lucha por la democracia. Porque no es Cuba el único objetivo, como
veremos más adelante.
Agreguemos que el veto interpuesto por Kerry mereció comentarios
favorables de grupos a los cuales se destina ese dinero, según consignó
la Agencia France Presse. Laura Polian, que dirige a las llamadas Damas
de Blanco declaró que "la disidencia necesita alguna ayuda, pero también
creo que es muy importante que se haga una auditoría"...
Manuel Costa, del grupo que se denomina socialdemócrata, también le dio
la razón a Kerry en cuanto a revisar la transparencia de los destinos
reales de esos fondos, poniendo en duda que se manejaran en forma
transparente y añadió "La otra consideración parte de si es apropiado
que un gobierno destine recursos para la democratización de otro
gobierno con el cual no tiene relaciones".
Al margen de que estas declaraciones validan lo que el gobierno cubano
ha dado a conocer sobre cómo se asignan esos recursos en el sector que
los recibe, lo que queda en claro es que hay quienes entienden que eso
los pone en la categoría de mercenarios y no les gusta. El Pentágono,
que dirige la política exterior estadounidense, está acostumbrado a usar
mercenarios, como lo hace en Irak y otros lugares, el asunto es hasta
dónde se le permitirá pervertir la política.
El cerco informativo
Como suele ocurrir, lo que suceda con las personas es lo menos
importante. Hasta que murió como consecuencia de la huelga de hambre que
inició, Orlando Zapata era un desconocido que accedió a la condición de
personalidad política por el hecho de su muerte. Pero, cual sea la razón
por la que cumplía una condena, volvió al anonimato y ya de él no se
habla, como si hubiera cumplido la misión que le asignaron.
Guillermo Fariñas, quien al escribir estas líneas continuaba en huelga
de hambre y había rechazado el ofrecimiento de España para viajar a ese
país, tiene otra trayectoria. Según su autobiografía combatió en Angola,
desempeñó otras tareas militares en su país, luego estudió psicología y
también incursionó en el periodismo.
En el manejo mediático que se está haciendo de su caso, de lo que se
trata es de encontrar un flanco para atacar a Cuba y su revolución y en
lo posible ponerle término porque representa un escollo para los
objetivos estadounidenses. Para Washington la nueva realidad política
que está surgiendo en América Latina deriva de la revolución cubana y
piensan que eliminándola recuperarán la influencia que han perdido.
Como consecuencia, el cerco informativo que se ha establecido en torno a
estos hechos implica manejo mediático. Hay informaciones que no se dan,
otras que se reproducen en todas partes, un acoso a América Latina para
que se pronuncie en contra de Cuba y se acusa a gobiernos y fuerzas
políticas de la región de guardar un silencio que sería cómplice.
El escritor Mario Vargas Llosa así lo dijo al criticar a los gobiernos
democráticos que según él "miran para otro lado" para no tener problemas
con sus izquierdas. La Organización Demócrata Cristiana de América,
ODCA, emitió una declaración para que sus afiliados condenen la muerte
de Zapata y la supuesta represión a las Damas de Blanco y se pronuncien
sobre Fariñas.
La ODCA dista mucho de ser una organización que interprete a todos los
partidos latinoamericanos de ese signo, por eso la declaración, en
abierta contradicción con el pensamiento conocido de sus dirigentes más
connotados, debió señalar "que sería reprobable que cualquier gobernante
extranjero interviniera directamente en Cuba o impusiera sanciones
unilaterales que atentaran contra los derechos humanos".
Lo dicho hasta aquí pone en claro que de lo que se trata es de que
América Latina resuelva sus asuntos soberanamente, le convenga o no a
Estados Unidos, eso implica sacar las manos de Cuba. Para nadie es un
misterio que sin bloqueo y sin el permanente hostigamiento del país del
norte, la nación caribeña se encontraría en un estatus económico muy
superior a lo que aún con todos esos escollos ha logrado.
Si no fuera así, no estaríamos presenciando el manejo de la información
que le baja el perfil a los pronunciamientos contrarios a la
intervención en Cuba, como la derrota sufrida por José María Aznar
cuando pretendió que en el Senado de su país se aprobara una condena a
Cuba y lo que se aprobó fue rechazar la condena a Cuba aprobada en el
Parlamento Europeo.
Y tampoco se le ha dado la difusión necesaria al acuerdo de los 27
países del Sistema Económico Latinoamericano, Sela, que reunidos en
Caracas demandaron el cese del bloqueo económico, comercial y financiero
impuesto por Estados Unidos a Cuba hace ya 50 años. El Secretario
Permanente del Sela declaró:"Necesitamos hablar de vínculos comerciales
con Estados Unidos, pero si hay naciones excluidas tenemos un tema
pendiente de solución que no puede ignorarse".
La nueva derecha
En este contexto, emerge lo que puede considerarse como una nueva
amenaza a los logros democráticos alcanzados por América Latina desde la
caída de las dictaduras. Se trata de lo que se conoce como "la nueva
derecha", que surgió a la par de la derrota de los dictadores y que está
implementando medidas que van en dirección opuesta a lo que se ha avanzado.
Sus representantes más claros son los presidentes de Colombia, Panamá y
Chile, mientras el peruano Alan García, con sus arrebatos
temperamentales, no termina por definir una posición que sea acorde con
lo que su partido, el APRA , ha representado en la historia de su país.
Eso lo hace oscilar de la izquierda a la derecha.
El alineamiento derechista ha significado el establecimiento de nuevas
bases militares de Estados Unidos en Colombia, la suscripción de un
acuerdo similar en Panamá y según lo declarado hace unos días por el
embajador estadounidense en Colombia, está por firmarse un acuerdo con
otros dos países "cuyos gobiernos han pedido silencio para evitar
algunas de las reacciones" producidas en el caso colombiano y alardeó
que tenían colaboración militar con 120 naciones.
Si este aspecto ya es un peligro para los logros democráticos de la
región, el nuevo presidente chileno parece decidido no sólo a sumarse
sino talvez a encabezar a los gobiernos de la nueva derecha, en cuyo
nombre saltó al plano político en los años noventa. Sebastián Piñera ya
se mostró dispuesto a intervenir en los asuntos de Cuba y las medidas
que anuncia en lo interno son preocupantes.
De acuerdo a su enfoque en materia de seguridad, el director de la
policía civil, Policía de Investigaciones, PDI, anunció que se prepara
una brigada especial contra la delincuencia, con vehículos que
recorrerán todas las comunas de la capital chilena durante las 24 horas
del día, lo que será coordinado por el Sistema de Información
Georreferenciado de esa entidad. Y como el pasado martes 30 se
conmemoraba el "Día del Joven Combatiente", instituido en memoria de dos
hermanos, de 20 y 18 años, asesinados por la dictadura, el mandatario
dio instrucciones precisas para enfrentar las protestas que se producen
en ese día y que son reflejo de la frustración de los jóvenes de
sectores de menores ingresos.
Con "toda la fuerza del mundo" y con "todo el rigor de la ley" anunció
Piñera que enfrentaría su gobierno esa fecha, durante una visita a la
Prefectura de Fuerzas Especiales de Carabineros, policía uniformada. Al
asegurarles que "van a contar con todo el respaldo del gobierno que yo
presido", los instó a enfrentar la delincuencia con "mano dura".Y
aludiendo al caso de los jóvenes asesinados sostuvo:"los padres, los
familiares y amigos de los hermanos Vergara tienen todo el derecho a
recordar su muerte, pero no tienen ningún derecho a alterar el orden
público ni poner en riesgo la vida ni la propiedad de las personas".
Sólo que "toda la fuerza del mundo" suele convertirse en provocación
anunciada.
- Frida Modak, periodista, fue Secretaria de Prensa del Presidente
Salvador Allende.
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Agencia Latinoamericana de Informacion
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