Marco A. Gandásegui, h.
ALAI AMLATINA, 15/10/2009.- Los pueblos indígenas panameños concentraron
varias delegaciones en la capital panameña el lunes, 12 de octubre, para
conmemorar el Día de la Resistencia Indígena con una marcha a la
Presidencia. La misma fue el punto culminante de la caminata indígena y
campesina realizada desde San Félix, provincia de Chiriquí, hasta la
ciudad de Panamá. En el calendario latinoamericano el 12 de octubre ya
no se celebra como el día del "descubrimiento" o el día de la "raza".
Los pueblos indígenas están reivindicando su lucha contra la invasión
europea y el símbolo de su llegada al continente en 1492.
La visita de las delegaciones indígenas fue rechazada por el presidente
Ricardo Martinelli, quien decidió no recibir en el Palacio de las
Garazas a los representantes de los pueblos originarios panameños. Según
fuentes allegadas a la marcha, el presidente Martinelli intentó
infiltrar agentes indígenas, que en su mayoría no participaron de la
caminata, como condición para iniciar un diálogo con las delegaciones.
Los representantes de los pueblos ngobe-buglé y otros campesinos le
querían plantear al presidente Martinelli la necesidad urgente de
detener la construcción de las hidroeléctricas. Estos proyectos, que no
responden a un plan de desarrollo nacional, están acabando con las
cuencas de las provincias occidentales del país. A su vez, le iban a
presentar los resultados desastrosos de los proyectos turísticos en
ambas costas del país. Los nasos, por su lado, siguen luchando para
recuperar sus tierras ocupadas por un contingente policial al servicio
de un empresario ganadero terrateniente.
Las delegaciones llegaron a la Plaza Catedral, a una cuadra de la
Presidencia, a las 5 de la tarde. En el lugar el gobierno colocó
recientemente una cerca permanente para interrumpir el paso libre entre
los dos monumentos históricos panameños (la Catedral y el Palacio de las
Garzas). Cuando las delegaciones llegaron al perímetro defendido por la
Policía, fueron atendidos por el director de Política Indigenista, del
Ministerio de Gobierno y Justicia. Ese despacho ejecutó hace poco la
orden de desalojo contra los nasos que protestaban en la Plaza Catedral.
El gobierno decidió que sólo podían pasar seis personas. Los dirigentes
de los pueblos indígenas reclamaron que la delegación debía ser más
grande. Ante el desacuerdo, los representantes del gobierno decidieron
darle la espalda a los indígenas. Es lamentable que situaciones de este
tipo, mal manejadas y sin una adecuada dirección política, perjudiquen a
las comunidades más vulnerables del país. Otra decisión podría haber
marcado el inicio de un diálogo saludable para ambas partes.
Las delegaciones esperaron durante tres horas y media antes de
retirarse. Mientras se deliberaba en torno al desaire del presidente
Martinelli, se desarrolló la Tribuna de los Pueblos Indígenas y
Campesinos, donde se presentaron declaraciones de los movimientos
participantes y distintas muestras de la cultura indígena y campesina.
Los diferentes grupos denunciaron el carácter prepotente que caracteriza
la actitud del gobierno. El pasado viernes, 9 de octubre, Martinelli
tampoco atendió a los delegados de los educadores que participaron de
una marcha convocada por varios gremios.
En la Plaza Porras, donde se encuentra ubicada la Embajada del Reino de
España en Panamá, la marcha se detuvo para condenar el genocidio de
miles de indígenas americanos desde el primer desembarco de europeos
hace 517 años.
Panamá, 15 de octubre de 2009.
- Marco A. Gandásegui, hijo, es Profesor de la Universidad de Panamá e
investigador asociado del CELA. Visite la Sala de Estudios
Latinoamericanos en la Biblioteca "Simón Bolívar"
Entre a http://marcoagandasegui.blogspot.com
Más información: http://alainet.org
RSS: http://alainet.org/rss.phtml
ALAI AMLATINA, 15/10/2009.- Los pueblos indígenas panameños concentraron
varias delegaciones en la capital panameña el lunes, 12 de octubre, para
conmemorar el Día de la Resistencia Indígena con una marcha a la
Presidencia. La misma fue el punto culminante de la caminata indígena y
campesina realizada desde San Félix, provincia de Chiriquí, hasta la
ciudad de Panamá. En el calendario latinoamericano el 12 de octubre ya
no se celebra como el día del "descubrimiento" o el día de la "raza".
Los pueblos indígenas están reivindicando su lucha contra la invasión
europea y el símbolo de su llegada al continente en 1492.
La visita de las delegaciones indígenas fue rechazada por el presidente
Ricardo Martinelli, quien decidió no recibir en el Palacio de las
Garazas a los representantes de los pueblos originarios panameños. Según
fuentes allegadas a la marcha, el presidente Martinelli intentó
infiltrar agentes indígenas, que en su mayoría no participaron de la
caminata, como condición para iniciar un diálogo con las delegaciones.
Los representantes de los pueblos ngobe-buglé y otros campesinos le
querían plantear al presidente Martinelli la necesidad urgente de
detener la construcción de las hidroeléctricas. Estos proyectos, que no
responden a un plan de desarrollo nacional, están acabando con las
cuencas de las provincias occidentales del país. A su vez, le iban a
presentar los resultados desastrosos de los proyectos turísticos en
ambas costas del país. Los nasos, por su lado, siguen luchando para
recuperar sus tierras ocupadas por un contingente policial al servicio
de un empresario ganadero terrateniente.
Las delegaciones llegaron a la Plaza Catedral, a una cuadra de la
Presidencia, a las 5 de la tarde. En el lugar el gobierno colocó
recientemente una cerca permanente para interrumpir el paso libre entre
los dos monumentos históricos panameños (la Catedral y el Palacio de las
Garzas). Cuando las delegaciones llegaron al perímetro defendido por la
Policía, fueron atendidos por el director de Política Indigenista, del
Ministerio de Gobierno y Justicia. Ese despacho ejecutó hace poco la
orden de desalojo contra los nasos que protestaban en la Plaza Catedral.
El gobierno decidió que sólo podían pasar seis personas. Los dirigentes
de los pueblos indígenas reclamaron que la delegación debía ser más
grande. Ante el desacuerdo, los representantes del gobierno decidieron
darle la espalda a los indígenas. Es lamentable que situaciones de este
tipo, mal manejadas y sin una adecuada dirección política, perjudiquen a
las comunidades más vulnerables del país. Otra decisión podría haber
marcado el inicio de un diálogo saludable para ambas partes.
Las delegaciones esperaron durante tres horas y media antes de
retirarse. Mientras se deliberaba en torno al desaire del presidente
Martinelli, se desarrolló la Tribuna de los Pueblos Indígenas y
Campesinos, donde se presentaron declaraciones de los movimientos
participantes y distintas muestras de la cultura indígena y campesina.
Los diferentes grupos denunciaron el carácter prepotente que caracteriza
la actitud del gobierno. El pasado viernes, 9 de octubre, Martinelli
tampoco atendió a los delegados de los educadores que participaron de
una marcha convocada por varios gremios.
En la Plaza Porras, donde se encuentra ubicada la Embajada del Reino de
España en Panamá, la marcha se detuvo para condenar el genocidio de
miles de indígenas americanos desde el primer desembarco de europeos
hace 517 años.
Panamá, 15 de octubre de 2009.
- Marco A. Gandásegui, hijo, es Profesor de la Universidad de Panamá e
investigador asociado del CELA. Visite la Sala de Estudios
Latinoamericanos en la Biblioteca "Simón Bolívar"
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