Cuando salí de Santiago todo el camino lloré
Lloré sin saber por qué, pero sí les aseguro
que micorazón es duro pero aquel día aflojé.
Dejé aquel suelo querido y el rancho donde nací,
donde tan feliz viví alegremente cantando;
en cambio vivo llorando igualito que el crespín.
Los años ni las distancias jamás pudieron lograr,
de mi memoria apartar y hacer que te eche al olvido;
¡ay, mi Santiago querido, yo añoro tu quebrachal!
Mañana, cuando me muera, si alguien se acuerda de mí,
paisanos les vi'a pedir, si quieren darme la gloria,
que toquen a mi memoria la doble que canto aquí.
¡cómo pueden olvidar algunos de mis paisanos rancho,
padre, madre, hermanos, con tanta facilidad!
Santiagueño no ha de ser el que obre de esa manera.
espreciar la chacarera por otra danza importada,
eso es verla mancillada a nuestra raza campera.
La otra noche a mis almohadas mojadas las encontré;
más ignoro si soñé o es que despierto lloraba o en
lontananza miraba el rancho aquél que dejé.
Tal vez en el camposanto no haya un lugar para mí;
paisanos, les vi'a pedir que cuando llegue el momento,
tírenme en campo abierto, pero sí donde nací.
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