La Vía Campesina
Alrededor de 40 campesinos y campesinas provenientes de 25 países en el
mundo, miembros del movimiento internacional La Vía Campesina, se
reunirán en Roma para la Cumbre Mundial de la FAO sobre Soberanía
Alimentaria y el Foro de la Sociedad Civil entre el 13 y el 18 de
noviembre. "La hora de hablar ha terminado" ha sostenido recientemente
Nettie Wiebe, una agricultora canadiense, líder del movimiento. "Si el
mundo toma en serio el hecho de erradicar el hambre, no existen muchas
opciones. Debemos apoyar y animar al campesinado a producir alimentos
para sus comunidades de manera sostenible. Una solución auténtica para
la crisis alimentaria implica que la agricultura de pequeña escala, y no
las corporaciones transnacionales, deben recobrar el control sobre los
recursos productivos alimentarios como la tierra, las semillas, el agua
y los mercados locales."
Aunque el mundo cuente con una producción suficiente para alimentar cada
boca, la cifra de personas que padecen hambre ha subido dramáticamente a
más de mil millones este año por primera vez en la historia de la
humanidad –teniendo en cuenta que el 80% de esta población que sufre los
estragos del hambre son campesinos y campesinas, desplazados o
trabajadores rurales, hombres y mujeres. No es una figura la existencia
de tantas familias alrededor del hambre en el campo, es una cruda realidad.
Irónicamente, esta crisis alimentaria sin precedentes ha visto el
desarrollo de iniciativas encaminadas en la misma dirección de las
políticas que han creado el desastre actual. Este es el caso del
Partenariado Global para la Agricultura y la Seguridad Alimentaria y el
Fondo Fiduciario para la Seguridad Alimentaria del Banco Mundial,
apoyados por el G20. Asimismo financian el desarrollo de las tecnologías
para la "revolución verde" que incrementan la dependencia de los
agricultores del mercado y que propician la destrucción de los suelos.
Todas estas iniciativas promueven más políticas de libre comercio y
trabajan de la mano con la agroindustria.
Sin embargo, las grandes compañías no tienen ningún interés en salvar al
mundo del hambre. Se focalizan en aumentar sus márgenes de beneficio y
de participaciones en el mercado. Lo que sucedió durante la crisis
alimentaria en el 2007 fue muy instructivo: las compañías dedicadas al
agronegocio hicieron enormes beneficios (1), mientras que millones de
personas sucumbieron al hambre y la pobreza. Actualmente, las tierras
agrícolas se han convertido en una inversión provechosa y las compañías
están tomando enormes cantidades de terreno alrededor del mundo,
expulsando a los agricultores locales, para poder producir alimentos
dirigidos a la exportación o a los agrocombustibles.
Durante la Cumbre de la FAO en Roma, La Vía Campesina defenderá la
necesidad de una nueva gobernancia frente a la alimentación y la
agricultura para llegar a solucionar la crisis alimentaria y la actual
crisis climática. Las políticas alimentarias no deben dejarse en las
manos de los "clubes de donantes" y de las instituciones financieras. Un
sistema de gobernancia democrático –como el que está siendo discutido
dentro del Comité de Seguridad Alimentaria Mundial de la FAO- debe ser
implementado inmediatamente para asegurar que los países y los pueblos
en el mundo tengan el derecho a poner en marcha la soberanía
alimentaria, entendida como el derecho de las comunidades y de las
naciones a desarrollar y promover sus propios sistemas locales y
políticas alimentarias respetando los sustentos, las culturas y el medio
ambiente de los pueblos.
"Durante el Foro de la Sociedad Civil en Roma serviremos comidas
ecológicas procedentes de los cultivos de los/as agricultores/as
locales. Regularmente también proveemos alrededor de 150.000 comidas
ecológicas en comedores escolares en toda Italia" explicó Andrea
Ferrante de la Asociación Italiana de Agricultura Biológica (AIAB), una
organización miembro de La Vía Campesina. "La Soberanía Alimentaria
empieza cada día con cada comida. Ya está siendo implementada localmente
en muchos lugares, y con voluntad política podemos difundirla alrededor
del mundo, resolviendo la actual crisis alimentaria", añadió.
(1) Por ejemplo, Cargill, la mayor empresa comercializadora de granos
del mundo, informó de un aumento en sus beneficios de alredeor el 70% en
el 2007 --- un 157% de aumento en los beneficios desde el 2006.
(http://www.grain.org/seedling/?id=592)/
(Yakarta, 9 noviembre de 2009)
Alrededor de 40 campesinos y campesinas provenientes de 25 países en el
mundo, miembros del movimiento internacional La Vía Campesina, se
reunirán en Roma para la Cumbre Mundial de la FAO sobre Soberanía
Alimentaria y el Foro de la Sociedad Civil entre el 13 y el 18 de
noviembre. "La hora de hablar ha terminado" ha sostenido recientemente
Nettie Wiebe, una agricultora canadiense, líder del movimiento. "Si el
mundo toma en serio el hecho de erradicar el hambre, no existen muchas
opciones. Debemos apoyar y animar al campesinado a producir alimentos
para sus comunidades de manera sostenible. Una solución auténtica para
la crisis alimentaria implica que la agricultura de pequeña escala, y no
las corporaciones transnacionales, deben recobrar el control sobre los
recursos productivos alimentarios como la tierra, las semillas, el agua
y los mercados locales."
Aunque el mundo cuente con una producción suficiente para alimentar cada
boca, la cifra de personas que padecen hambre ha subido dramáticamente a
más de mil millones este año por primera vez en la historia de la
humanidad –teniendo en cuenta que el 80% de esta población que sufre los
estragos del hambre son campesinos y campesinas, desplazados o
trabajadores rurales, hombres y mujeres. No es una figura la existencia
de tantas familias alrededor del hambre en el campo, es una cruda realidad.
Irónicamente, esta crisis alimentaria sin precedentes ha visto el
desarrollo de iniciativas encaminadas en la misma dirección de las
políticas que han creado el desastre actual. Este es el caso del
Partenariado Global para la Agricultura y la Seguridad Alimentaria y el
Fondo Fiduciario para la Seguridad Alimentaria del Banco Mundial,
apoyados por el G20. Asimismo financian el desarrollo de las tecnologías
para la "revolución verde" que incrementan la dependencia de los
agricultores del mercado y que propician la destrucción de los suelos.
Todas estas iniciativas promueven más políticas de libre comercio y
trabajan de la mano con la agroindustria.
Sin embargo, las grandes compañías no tienen ningún interés en salvar al
mundo del hambre. Se focalizan en aumentar sus márgenes de beneficio y
de participaciones en el mercado. Lo que sucedió durante la crisis
alimentaria en el 2007 fue muy instructivo: las compañías dedicadas al
agronegocio hicieron enormes beneficios (1), mientras que millones de
personas sucumbieron al hambre y la pobreza. Actualmente, las tierras
agrícolas se han convertido en una inversión provechosa y las compañías
están tomando enormes cantidades de terreno alrededor del mundo,
expulsando a los agricultores locales, para poder producir alimentos
dirigidos a la exportación o a los agrocombustibles.
Durante la Cumbre de la FAO en Roma, La Vía Campesina defenderá la
necesidad de una nueva gobernancia frente a la alimentación y la
agricultura para llegar a solucionar la crisis alimentaria y la actual
crisis climática. Las políticas alimentarias no deben dejarse en las
manos de los "clubes de donantes" y de las instituciones financieras. Un
sistema de gobernancia democrático –como el que está siendo discutido
dentro del Comité de Seguridad Alimentaria Mundial de la FAO- debe ser
implementado inmediatamente para asegurar que los países y los pueblos
en el mundo tengan el derecho a poner en marcha la soberanía
alimentaria, entendida como el derecho de las comunidades y de las
naciones a desarrollar y promover sus propios sistemas locales y
políticas alimentarias respetando los sustentos, las culturas y el medio
ambiente de los pueblos.
"Durante el Foro de la Sociedad Civil en Roma serviremos comidas
ecológicas procedentes de los cultivos de los/as agricultores/as
locales. Regularmente también proveemos alrededor de 150.000 comidas
ecológicas en comedores escolares en toda Italia" explicó Andrea
Ferrante de la Asociación Italiana de Agricultura Biológica (AIAB), una
organización miembro de La Vía Campesina. "La Soberanía Alimentaria
empieza cada día con cada comida. Ya está siendo implementada localmente
en muchos lugares, y con voluntad política podemos difundirla alrededor
del mundo, resolviendo la actual crisis alimentaria", añadió.
(1) Por ejemplo, Cargill, la mayor empresa comercializadora de granos
del mundo, informó de un aumento en sus beneficios de alredeor el 70% en
el 2007 --- un 157% de aumento en los beneficios desde el 2006.
(http://www.grain.org/seedling/?id=592)/
(Yakarta, 9 noviembre de 2009)
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