Fernando de la Cuadra
ALAI AMLATINA, 23/11/2009.- Las elecciones del próximo 13 de diciembre
ya se encuentran en la recta final y el horizonte no se vislumbra
totalmente claro. La indecisión ha sido colocada principalmente por el
candidato independiente Marco Enríquez-Ominami, que aparece en los
últimos sondeos en empate técnico con relación a Eduardo Frei, el
candidato oficialista. En efecto, según la encuesta CERC (del Centro de
Estudios de la Realidad Contemporánea) Enríquez-Ominami y Frei se
encuentran empatados con el 20 por ciento de las intenciones de voto.
Pero esta igualdad refleja dos movimientos opuestos. Mientras Frei
retrocede del 25 al 20% respecto a los últimos sondeos de agosto,
Enríquez-Ominami continúa en alza pasando del 14 al 20%, colocando una
nota de indecisión sobre cual de ellos pasará finalmente a segunda
vuelta, en enero del 2010.
En otra encuesta del Centro de Estudios Públicos (CEP), el candidato de
la derecha continúa al frente con un 36% de las preferencias, superando
en 10 puntos porcentuales al abanderado de la Concertación que tiene un
26% de los potenciales sufragios. A pesar de esta significativa ventaja,
Piñera depende mucho del candidato que pasará a la segunda vuelta a ser
realizada el 17 de enero. En el más probable escenario electoral de
disputa con Frei, la derecha va a depender totalmente de las alianzas
que sea capaz de construir con las fuerzas que apoyan a
Enríquez-Ominami, que aparece con un 19% de intención de voto.
Por su parte, el candidato de la izquierda Jorge Arrate -representante
del Pacto Juntos Podemos y Frente Amplio- viene realizando una campaña
que cada vez entusiasma más a sus electores. Sin embargo, a pesar de su
crecimiento espectacular (pasó del 1 al 5 por ciento) y a su buen
desempeño en los debates entre los cuatro contendores, es muy difícil
que supere el 8% de los sufragios.
Riesgo de crecimiento del voto de la derecha
Los publicistas de la derecha vienen trabajando la imagen de que este
sector ha crecido en las preferencias de los votantes. Sin embargo, en
términos electorales la derecha en Chile se mantiene con un techo que
alcanza al 47%, razón por la cual ha perdido por estrecho margen en las
últimas dos contiendas presidenciales. En todo caso, nada impide pensar
que este panorama pueda revertirse el presente año.
Piñera es un personaje que ya lleva varios años de protagonismo en la
arena empresarial y política. Se transformó en un acaudalado empresario
como administrador de las tarjetas de crédito y posteriormente ha
realizado importantes adquisiciones de empresas, equipos de fútbol y un
canal de televisión. Por su estilo truculento y pocos escrúpulos, muchos
ya lo comparan con Berlusconi. Y efectivamente, la propiedad de un medio
de comunicación tan influyente como la televisión le puede dar el
impulso final para vencer en la próxima contienda electoral.
Por su parte, Eduardo Frei no consigue capitalizar el apoyo popular que
tiene el gobierno de Bachelet y la alta aprobación de que goza la
mandataria: 78% según la misma encuesta CEP. En sus recientes
declaraciones Frei ha reiterado que el es "más Bachelet" pero con
distinto envase. El problema es que el nuevo envase no consigue encantar
a los electores. A pesar de todos los esfuerzos de sus asesores de
campaña, Frei sigue siendo una figura poco atractiva para la mayoría de
la población, inclusive para los miembros de su propio partido, la
Democracia Cristiana. A ello se suma el hecho de que los partidos de la
Concertación están muy desgastados, con una dramática perdida de su
capacidad movilizadora como mito social y político, que la re-legitime
como representante del mundo popular con un proyecto modernizador y de
progresismo social.
Si Piñera y Frei se consolidan como los ganadores en la primera vuelta
de diciembre, es muy probable que el primero pueda capitalizar un voto
de descontento o castigo del electorado hacia el conglomerado
oficialista, aunque todavía se puede dar la tendencia más previsible: el
apoyo en las urnas de los simpatizantes de Enríquez-Ominami y de Arrate
fluirá mayoritariamente hacia la candidatura de Frei. El propio Arrate
ha planteado recientemente un "pacto mínimo" para derrotar a Piñera y su
plataforma de derecha.
Dicha transferencia de sufragios puede significar un giro definitivo en
la carrera presidencial. Sin embargo, la incógnita sigue siendo la marca
registrada de estas elecciones, con un final que se mantiene abierto
como en las mejores películas de suspenso.
- Fernando de la Cuadra es sociólogo. Miembro de la Red Universitaria de
Investigadores sobre América Latina (RUPAL).
http://fmdelacuadra.blogspot.com
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